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Baby spinach leaves with water droplets.
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Los adultos mayores del Condado de Cook reciben comida y mucho más 

Bessie Faust de 65 años, y Louise Wilson, de 85, empujan dos carritos de compra llenos de bolsas de frutas y verduras por el pasillo de Judge Green Apartments, un edificio de viviendas para adultos mayores en el barrio de Oakland, en Chicago.

Faust toca la puerta y exclama: “¿Frank? Soy Bessie, cariño. ¿Quieres alimentos frescos”?

two women push full grocery carts down an apartment hallway

Bessie Faust de 65 años, y Louise Wilson de 85, repartieron alimentos frescos a sus vecinos de Judge Green Apartments.

Frank Williamson de 74 años, abre su puerta y acepta dos bolsas llenas de naranjas, cebollas, mangos, papas, manzanas y zanahorias, la selección de este mes de alimentos frescos de El Banco de Alimentos de Chicago. Judge Green Apartments, administrado por el Chicago Housing Authority, es uno de los 100 edificios de viviendas para adultos mayores con bajos ingresos en los que El Banco de Alimentos de Chicago distribuye mensualmente alimentos frescos.

“Esto significa que tengo algo para comer”, dice Williamson de 74 años, dejando las bolsas de alimentos frescos en su estudio. Sus beneficios de Seguridad Social solo cubren sus "necesidades básicas", dice, y el alto costo actual de los alimentos hace aún más difícil permitirse hacer la compra. "Así es como lo afronto", dice, señalando una de las bolsas de alimentos frescos y expresando su profunda gratitud.

"Estas entregas de alimentos me demuestran que la gente sigue preocupándose."

a smiling man holds up two bags of groceries

Frank Williamson de 74 años, estaba agradecido por la entrega de alimentos frescos de ese día.

Una doble necesidad

Además de las entregas mensuales de alimentos frescos, Judge Green es también uno de los 150 edificios de apartamentos para adultos mayores de bajos ingresos de Chicago donde El Banco de Alimentos de Chicago entrega mensualmente cajas del Commodity Supplemental Food Program (CSFP) llenas de alimentos de larga duración, como pasta o arroz, verduras y frutas enlatadas, mantequilla de maní, avena u otros cereales, leche en polvo y carne enlatada.

Las cajas CSFP son proporcionadas por el USDA para adultos mayores de 60 años que cumplan ciertos requisitos de ingresos. El Banco de Alimentos de Chicago distribuye 6,000 de las cajas mensuales a aquellos que califican a través de apartamentos de adultos mayores, incluyendo Judge Green, y despensas de alimentos seleccionadas en toda la ciudad.

Larona "Ronnie" Carter, coordinadora de servicios a residentes de Judge Green, explicó que tanto las cajas del CSFP como las entregas de alimentos frescos ayudan a satisfacer una doble necesidad para la mayoría de los residentes: alimentos económicos y accesibles.

a smiling woman stands behind a full grocery cart

Larona "Ronnie" Carter, coordinadora de servicios a residentes en Judge Green Apartments, trata a sus embajadores comunitarios (voluntarios) como si fueran parte de su familia.

La mayoría de los aproximadamente 130 residentes de Judge Green tienen ingresos fijos y les queda poco para comprar comida después de pagar las facturas. Los adultos mayores que tienen recursos para comprar alimentos, frecuentemente se enfrentan a problemas de accesibilidad, ya que el supermercado más cercano está a casi un kilómetro y medio de distancia, un trayecto nada fácil para los que usan andador o silla de ruedas. Los que van en autobús se ven limitados a comprar únicamente lo que pueden llevar.

Estos retos son parte de la razón por la que el 8% de la población adulta mayor (de 60 años o más) de Chicago y los suburbios cercanos, sufren inseguridad alimenticia, según el informe 2023 State of Senior Hunger de Feeding America. Esta cifra local es superior a la tasa nacional del 7.1% y aumenta aún más en las comunidades de color.

La entrega gratuita de alimentos a las puertas de los residentes de Judge Green aborda ambos obstáculos y garantiza que los residentes tengan suficientes alimentos nutritivos para mantener una dieta saludable.

Ken Allen de 67 años y veterano de las Fuerzas Aéreas, agradeció especialmente las entregas de alimentos cuando lo operaron de la cadera en 2022. "Las entregas de alimentos son muy, muy útiles", dijo, añadiendo que cuando se estaba recuperando, no podía salir a comprar alimentos.

"No sabes cuántas veces he contado con esta comida porque no podía salir, sobre todo en invierno", dijo. "No puedo expresar con palabras lo agradecido que estoy."

Cajas de esperanza

Al otro lado de la ciudad, en Logan Square, Valerie Miles de 63 años, visitó la despensa Chicago Hope para recoger cajas de CSFP para ella y su madre, de 85 años. Ambas viven juntas y hacen lo que pueden para llegar a fin de mes con sus prestaciones de Seguridad Social. Miles dijo que no compran muchos alimentos.

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Valerie Miles de 63 años, visitó la despensa Chicago Hope para recibir su caja CSFP y una suplementaria de queso.

"Solo necesito lo básico. Nada de productos enlatados. Son demasiado caros", dijo, añadiendo que frecuentemente también se quedan sin carne. "Esto me ayuda a llenar mis armarios", dijo Miles, con la mano en una caja de alimentos. "Y nos permite comer más sano. Es una gran diferencia".

La despensa Chicago Hope distribuye las cajas los viernes por la mañana, adicional a sus distribuciones regulares de despensa de alimentos los lunes y jueves.

"Todos tenemos la suerte de poder arreglarnos por nuestra cuenta y estamos contentos de hacer esto por los que necesitan ayuda", dijo la encargada de la despensa, Maggie Jordan de 71 años, añadiendo que ella y sus voluntarios son todos adultos mayores.

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Maggie Jordan, encargada de la despensa de Chicago Hope, ofrece recetas en inglés y español a sus visitantes.

Comida y convivencia

En este día, una de las primeras visitantes que entró por la puerta estaba recogiendo cajas para sus abuelos, que estaban en casa enfermos en cama. "Dependen de esta comida", dijo.

Jordan atiende a muchos apoderados que recogen cajas para personas que no pueden venir por sí mismas. Suele tratarse de sus visitantes de 70 años o más.

Carmen Pérez de 71 años, vino a recoger cajas de comida para ella y su hermana Jana de 82, que padece Alzheimer y diabetes.

a woman stands next to a sign for a food pantry

Carmen Pérez de 71 años, recoge una caja de alimentos para ella y su hermana.

"Todo es muy caro", dijo Pérez. "Y mañana costará aún más". Ya no compra productos enlatados porque son demasiado caros. La caja CSFP hace una gran diferencia, dijo, y agregó que su producto favorito en la caja son los cereales.

Para los que pueden recoger la caja por sí mismos, Jordan se da cuenta de que la comida frecuentemente no es su única necesidad.

"Aquí se atienden dos necesidades: una alimenticia y otra social", dijo.

Añadió que los adultos mayores que viven solos pueden sentirse aislados y muchos no tienen familia cerca. "En los meses de verano, algunos se sientan afuera y juegan a las cartas o simplemente conversan". Jordan se une a ellos cuando puede. "Vienen por algo y se van a casa con más. Así es como debería ser".

Conoce más sobre nuestros programas y servicios de alimentación para adultos mayores. 

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