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Baby spinach leaves with water droplets.
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Acabando con el hambre, un plato a la vez

Sherrie Sutton, 66, todavía se acuerda de la primera vez que llevó a su hogar algunas de las comidas preparadas refrigeradas de la despensa de alimentos Chosen Tabernacle en el vecindario de Englewood de Chicago.

Cuando Sutton las recalentó para los niños a su cargo, “dejaron el plato limpio y estaban tristes de que no tuviéramos más,” dijo, riéndose.

Sutton está cuidando a siete niños de entre 2 a 18 años, y las comidas ayudan a la mamá que trabaja a mantener alimentada a su familia. Cuando tiene que dejar a los niños mayores en casa, las comidas preparadas aseguran que van a comer una comida sana mientras ella no esté.

“(Las comidas) han sido una salvación para mí y mis siete,” dijo Sutton.

a woman holds up a prepared meal and smiles

Eloise Beasley dice que a veces puede sacar dos comidas de una cena preparada.

Eloise Beasley, 74, agradece que las comidas preparadas la ayudan a manejar su diabetes. Comprar alimentos con un ingreso fijo no es fácil, como tampoco lo es encontrar alimentos de bajo sodio cuando está comprando comida en las tiendas de dólar. “Las comidas son convenientes. ¡Y son deliciosas!” dijo Beasley, agregando que también es bueno no tener que prender el horno en medio del calor del verano.

Más comidas para más vecinos

Sutton y Beasley son solo dos de las vecinas a las cuales el Greater Chicago Food Depository está emocionado de ofrecer incluso más comidas, una vez que nuestra instalación nueva de comidas preparadas se complete en 2024, como parte del plurianual Proyecto Nourish.

a close up of a refrigerated, prepared meal

Una de las saludables comidas preparadas.

Nuestra meta es servir a los vecinos que viven obstáculos específicos para acceder, pagar y preparar alimentos. Algunos no tienen acceso a una cocina o tienen limitaciones físicas que hace difícil cocinar. Otros tienen diabetes, cardiopatías u otras condiciones médicas que suelen mejorar notablemente con alimentos de bajo sodio u otros alimentos sanos. Desafortunadamente, muchos de esos artículos saludables son difíciles de acceder o pagar.

Además, otros vecinos son padres que tienen dos trabajos y a quienes les cuesta encontrar el tiempo y la energía para cocinar para sus hijos. Estas comidas preparadas saludables están diseñadas para ayudar a todos estos vecinos que corren un riesgo más alto de sufrir la inseguridad alimentaria.

Actualmente distribuimos comidas preparadas a un número establecido de nuestras despensas de alimentos asociadas, parte de un programa piloto para identificar las mejores prácticas mientras ampliamos la producción de comidas. Nuestra nueva instalación será seis a siete veces más grande que nuestra cocina actual, permitiéndonos aumentar nuestra producción diaria de comidas sanas y hechas a mano, de 600 a 10,000 comidas.

an aerial view of the Food Depository's addition

Nuestra nueva instalación de comidas preparadas bajo construcción.

“Esas son miles de personas que van a poder cenar y que no están cenando ahora,” dijo Larry Weger, el director senior de producción de comidas del Food Depository, agregando que el crecimiento también generará nuevas oportunidades laborales. Prevemos completar la instalación a comienzos de 2024.

Además de preparar comidas in situ, el Food Depository compra y distribuye comidas preparadas de negocios locales, de minorías y mujeres, y organizaciones comunitarias. Este abastecimiento apoya nuestro compromiso con la equidad al invertir directamente en comunidades que han sido impactadas por generaciones de desigualdades sistémicas, las cuales han resultado en mayores niveles de pobreza e inseguridad alimentaria. El objetivo final es completamente eliminar la necesidad de nuestros vecinos de recurrir a despensas de alimentos, creando una comunidad sin hambre.

Poblaciones de prioridad

La pastora Sandy Gillespie, quien dirige la despensa de alimentos en Chosen Tabernacle, dice que cuando hay comidas preparadas disponibles en su despensa, se van rápido. Señala un par de razones claves de su popularidad.

a woman hands a couple of prepared meals to a pantry guest

Chosen Tabernacle en el vecindario Englewood de Chicago es uno de los sitios de distribución piloto del Food Depository para nuestro programa de comidas preparadas.

Muchos de los aproximadamente 200 visitantes que van a la despensa de Chosen Tabernacle cada semana son adultos mayores. “Muchos de ellos son visitantes masculinos con movilidad limitada o que no tienen la capacidad para cocinar,” dijo Gillespie. “Eligen cosas simples y rápidas para preparar cuando visitan la despensa."

"Muchos dicen que las comidas (preparadas) son una bendición.”

Lee Kinnard, 70, es uno de esos visitantes. Después de décadas de trabajar parado en Kraft Foods, Kinnard dice que sus piernas se ponen tiesas cuando se para en la cocina para cocinar. Suele usar un bastón para moverse, y mucho de ese movimiento está en servicio de los demás, trabajando como voluntario en la despensa de alimentos y otras ubicaciones cuatro días a la semana.

Kinnard aprecia las comidas preparadas cuando no tiene ganas de cocinar, notando que los platos de salmón y pollo son sus favoritos, y dice que las comidas son convenientes, ricas y más sanas que mucho de lo que él se cocinaría para sí mismo.

Opciones saludables

La pastora Gillespie agradece especialmente que las comidas preparadas son sanas, dado que suele cariñosamente animar a los visitantes a reducir las comidas fritas. “No puedes comer costillas o chuletas fritas tres o cuatro veces a la semana,” les dice, sabiendo que muchos de los visitantes a su despensa tienen la presión alta o diabetes, o están en riesgo de desarrollar esas condiciones.

Pastor Sandy stands by a wooden wall

Pastora Sandy Gillespie (fotografía de Joshua Lott para el Greater Chicago Food Depository)

“La necesidad en nuestro vecindario es grande,” dice. Muchos de los visitantes reciben beneficios de SNAP (Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria). Y su edificio está ubicado justo al costado de viviendas para adultos mayores de bajos ingresos. Hace poco, cuando la distribución de la despensa comenzaba a la 1:00 p.m., Gillespie llegó al estacionamiento a las 9:30 am y ya había gente en la fila.

“Hacemos lo que podemos para tener un impacto,” dice. “Es una obra de amor.”

Gracias al apoyo continuo de nuestros donantes, el Food Depository agradece poder equipar a la pastora Gillespie, como también a despensas y otros programas de comida a lo largo del Condado de Cook, con una nueva herramienta clave para esa labor, trabajando hacia una comunidad sin hambre, un plato a la vez.

Cuando apoya al Greater Chicago Food Depository, asegura de que podamos seguir produciendo miles de comidas preparadas para poblaciones de prioridad a través del Condado de Cook.

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